Dice la famosa cita que nunca sabes lo que tienes… hasta que llega
tu madre y te pregunta: “¿Esto te sirve para algo o lo tiro?” De acuerdo, sabemos
que la frase no es exactamente así, pero ¿acaso no es verdad? La prodigiosa
memoria de las madres les permite controlar en todo momento dónde está cada
cosa, cuando se puso allí, por qué y hasta si se colocó y quitó más de una vez.
Admitámoslo, además de estar ahí para
cuidarnos cuando más lo necesitamos, las madres tienen una serie de poderes
especiales destinados a ordenarnos la existencia. Si no, ¿cómo se explica su
capacidad de anticiparse a todo y acertar SIEMPRE
en lo que más nos conviene? Nos advierten “abrígate hijo que por las noches hará
frío” y ya podemos estar en pleno agosto que no fallan. ¡Cuánto llegas a echar
de menos luego esa sudadera nocturna en tus colonias veraniegas!
Otras santas cualidades que
tampoco cabe olvidar de ellas son su paciencia
infinita o la atención permanente
que nos dedican. La primera, capaz de soportarnos, comprendernos y
apoyarnos cuando tropezamos varias veces con la misma piedra o tenemos
comportamientos directamente inaguantables. La segunda, pese a que en ocasiones
puede parecernos excesiva, es también un gran regalo. Si no tuviéramos sus 20000
llamadas telefónicas en esos días que estamos fuera o no recibiéramos los 1000
besos previos a nuestra partida, poneos a pensar cuánto los echaríamos en falta…
En definitiva, ¿qué haríamos sin las madres? ¡Sería imposible vivir sin ellas!
Porque este domingo será su día, y porque lo merecen más que nadie, desde
Aston os emplazamos a que les deis muchos besos, las abracéis, les digáis
cuánto las queréis y hagáis por ellas sólo la mitad de lo que ellas hacen por
vosotros a diario. Os dejamos nuestro particular homenaje anticipado con este conocido
vídeo comercial:
¡FELIZ DÍA A TODAS LAS MADRES DEL MUNDO!
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